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Pensamientos

Creer

Creo que me estoy deshaciendo del dolor, de todas las partículas de angustia que se habían quedado impregnadas en la piel de mis brazos, mis manos, mis piernas, mis pies...en todo mi cuerpo. Creo que a cada minuto que pasa logro sentirme algo mejor, pero muy poco. Pero siempre son avances, excepto cuando mi mente me traduce frases que no quisiera escuchar, pero que escuché. Y mi mente me sigue traduciendo, y yo sigo pensando, y mi cabeza vuelve a caer en la tentación de realizar otra de sus treguas. Y mis pies se sienten con algo más de fuerza para dar un paso hacia delante. Por todo esto, y por muchas otras cosas, creo que me estoy volviendo algo más fuerte, pero tampoco mucho, al menos no lo suficiente, ni lo que me tocaría. Creo que podría haber sido más fuerte, pero he crecido con demasiada sensibilidad. Sin embargo, hoy creo que puedo escribir sin que mis manos tiemblen, y tmbién puedo escribir que creo que jamás me verás llorar. Jamás me verás derramar lágrimas de sal, jamás me verás padecer, ni susurrar, ni gesticular,. Creo que jamás me verás. Y eso, en cierta parte, me proporciona seguridad. Seguridad conmigo misma, y creo que ahora puedo seguir escribiendo sin miedo. Por ahora, sólo claro, porque entonces llegará mañana y será otro día y otro tiempo y en otro lugar seguiré escribiendo lo eterno que es el dolor, y lo profundo que puede tornarse. Y entonces habré perdido parte de mi fuerza interior, pero creo que si de verdad me lo propongo, jamás tendré el miedo que me ha estado inundando todas estas semanas. Creo que hoy, por ser hoy, y por ser ahora mismo, las 18.00 de la tarde, me siento más fuerte, algo menos débil, y las palabras, las palabras me sirven, por eso no me alejo de ellas. Es una decisión tomada, una buena decisión; creo. Y creo que jamás verás mis ojos, y  jamás contemplarás mi dolor o mi alegría.

 

Hoy creo en muchas cosas, y de entre todas ellas, también creo en mí.

¿Qué hay de malo?

¿Qué hay de malo en seguir viviendo aunque no tengas ganas de hacerlo? .... ¿Qué hay de malo en no querer soñar aunque estés durmiendo durante 24 horas seguidas?...¿ Qué hay de malo en no aprovechar los días de lluvia para salir a la calle y sentirte algo más viva al notar las gotas heladas y el viento frío?...¿Qué hay de malo en no querer escuchar más que una canción que hace tiempo se convirtió en la canción de tu vida?...¿Qué hay de malo en ser dependiente de una persona que te calma o de algo que te libera de la angustia?...¿Qué hay de malo en querer respirar más fuerte aunque tus pulmones no sean capaces de realizar esfuerzos?...¿Qué hay de malo en confiar demasiado aunque después tu rostro sufra un portazo, si al fin y al cabo es un portazo más y es tu rostro y no el de otra persona? ...¿Qué hay de malo en despertar y darte cuenta que no quieres salir aunque afuera el termómetro marque 31º? ¿Qué hay de malo en aferrarte a cualquier cosa para poder sobrevivir? ¿Qué hay de malo en ser tú misma y dejar de lado las etiquetas que los demás compraron y te colgaron?...¿Qué hay de malo en inventarse un cuento y escribirlo con la pluma más preciosa pensando que podría ser el cuento que defina tu historia?...¿Qué hay de malo en esperar si haciéndolo tu corazón sigue respondiendo?...¿Qué hay de malo en escribir preguntas aunque no encuentres las respuestas?...¿Qué hay de malo en llorar delante de alguien si sólo quieres desprenderte de una tristeza que ha nacido en ti porque alguien te la ha provocado?...¿Qué hay de malo en pensar qué estarás viviendo dentro de 8 años, si es ahora cuando quieres imaginar esa imagen de dentro de 8 años? ...¿Qué hay de malo en perseguir un sueño y tirar otro a la basura?...

Creo que no hay nada de malo en todo esto. Porque cada cosa la sentimos nuestra, y si sentimos, ya debe significar algo.

El "adiós" pronunciado a media tarde

Debió centrarse en que aquella era la tarde, la primera tarde en que se decían "Adiós" mutuamente. Y sus voces se colaban en sus oídos mientras el ruido de la calle mayor crecía. Y no supo leer en sus labios la despedida, la última. Y la mentira, o la vuelta atrás, o quizá el remordimiento y el arrepentimiento. Pero ella no había recibido clases de cómo interpretar las miradas, ni tampoco los tonos de las voces, y menos la suya. No sabía interpretar el brillo de sus ojos, ni identificar qué palabra podía ser más real que otra, ni saber en qué frase concreta se escondía la verdad, la única verdad. La verdad más limpia y más pura.

Ahora después de mucho mucho tiempo sabe que la verdad se escondía en aquel "Adiós" de media tarde. Y ahora no sabe si se odia a sí misma por no haber dado esas clases, por no haber dado sesiones de interpretación, o por haber dejado que esa pizca de esperanza anteriormente extraviada, volviera a colarse en su vida. Porque su vida parecía distinta, y eso le bastaba. No había palabras feas, ni gritos, ni heridas. No había nada de eso. Sí había mucho silencio, y mucho vacío, pero todo lo demás, lo que existía, llenaba cualquier hueco, y despejaba cualquier duda. Pero también hubo un moment en que dejaron de bastarle las palabras, y aún así se agarró estrechamente a esa pizca de esperanza, pensando que el camino era el mismo, y que los baches habían desaparecido. Que su cabeza le dejaba confiar en todo. Y quizá se equivocó y quizá decidió mal. Y quizá debió obviar esa cita del adiós. Y el "adiós" comenzó a ser pronunciado como nunca antes lo había sido. Y ella se deshizo de una sonrisa tierna, con los labios sellados, y con luz verde en sus pupilas. Y con calor en las mejillas y temblor en sus manos. Y aquel fue el adiós pronunciado, y la tarde en la que ella no supo ser una chica lista.

Pensamientos de las 11:55 p.m.

Un calendario lleno de fechas vacías. Una mirada vacía de recuerdos perdidos. Un espejo con cristales rotos. Un día perdido y una noche olvidada. Una voz lejana requiriendo amor. Un amor cercano inservible. Una palabra gastada. Un significado extraviado. Un viaje estúpido y un aroma conocido. Un silencio inagotable y un favor no realizado. Una mente difícil y un pensamiento triste. Una huella mojada y unas manos agrietadas. Una arruga en la frente. Un reloj estropeado. Una imagen borrada. Una memoria calada. Un tiempo lleno de días perdidos que conforman el calendario de fechas vacías. Y una mirada hacia ese calendario y hacia el sol que hoy ha salido para entrar a través de la ventana y hacer brillar sus cabellos castaños claros. Y una sonrisa para sì misma. Sin espectadores, sin público, sin nadie. Sin guión, ni telón, ni escenario. Sin obra. Una lucha por vivir de verdad, por no ser parte de una obra teatral. Mala suerte y una música de fondo. Un final predecible y una actitud realista. Una ilusión quebrada. Unas horas despiertas. Unas noches amargas. Unos días azules marinos. Un algodón suave. Una nueva coraza y un nuevo corazón.

Antes de hora

Y decirte que te quiero o que te odio. Son sólo palabras. Letras sin más. Y no decirte nada. O regalarte mi silencio o darte decenas de folios en blanco, todos para ti, para que los rellenes y escribas en ellos todas aquellas cosas que cambiarías ahora si pudieras. Pero no puedes.

 Y decirte que escribo esto por escribir. Porque salen solas las palabras. Sin ansia ya, sin esperar nada. Sin nada al fin y al cabo. Es lo que trae la soledad en momentos como éstos en que llegas a casa y coges ese bolígrafo que tanto te gusta, y tus pensamientos se apropian de ti y comienzan a dominarte, y a hablarte, y a obligarte, y a atarte. Palabras gastadas, perdidas, ilógicas. No guardan nada. Nada, porque ya te lo he dicho todo. Además, de 1000 formas distintas de entre las cuales la mitad no entenderías. Si hubiera sido capaz de entrar en mi mente por un segundo, hubieras hecho las cosas de otro modo. Y yo no estaría preguntándome qué hay detrás del rencor. 

Y al final silencio y palabras vienen a ser lo mismo. Me quedo con ellas, y con él. EL silencio me aísla y me envuelve en otro mundo donde sólo oigo una voz: la mía. Y las palabras también me envuelven en un mundo, y en éste mi corazón es el que grita, y se enfurece y me echa en cara que no he sabido cuidarlo. Pero tampoco él es tonto. Sabe perfectamente que él fue el primero en equivocarse, y en empezar a creer antes de hora. Y es antes de hora cuando vivimos, cuando tenemos prisa por alejarnos, y reir y sentirnos bien o simplemente diferentes. Y las diferencias nos atraen, pero pasa el tiempo, y pasan las estaciones, y las diferencias comienzan a amenazarte, y acaban matándote. Antes de hora. Siempre antes de hora.

 

Deletrear

Me encantaría poder saber deletrearte todas las letras que componen las letras que no paran de pasearse y confundirse en mi mente. Podría decirte: de, (D) , e (E), ce, (C), e (E), pe, (P), ce (C), i (I), o (O), ene (N)... O por ejemplo también podría decirte,  uve, (V), a, (A), ce (C), i (I) o (O) ese (S), o te (T) erre (R) i (I) ese (S), te (T) e (E), zeta (Z) a (A).

Podría decirte muchas más, pero creo sinceramente que sería una completa pérdida de tiempo. Y tiempo es lo que no quiero seguir perdiendo. Además, no has sido capaz de comprenderme nunca, ni en los peores momentos; tampoco ahora lo harías, nunca lo harás. Tú te has encargado de borrarte para mí y a la vez, de borrarme para ti, por siempre. Y debes saber que es más que duro el abrir los ojos y sentirlo todo mas que al 100%, y que en cuestión de segundos alguien te ha hecho sentir diminuta. Tan diminuta, y tan pequeña me siento...que a veces aparenta que he dejado de existir. Pero creo que eso no es lo que más miedo me da.

Siempre he oído que es precioso tener sensaciones únicas...sí, suena bonito y espectacular. Suena grandioso, pero yo no quiero cosas únicas, no quiero sensaciones únicas ni especiales ni sensaciones que solo tenemos y sentimos una vez en la vida. A través de las sensacions que los demás te provocan acabas aprendiendo, a base de palos, de lágrimas, de darte en las narices con la puerta que dejaste abierta y que te han cerrado en un par de minutos para hacerte saber que tú te has convertido en alguien normal, corriente, alguien que no tiene nada de especial. Ese tú soy yo. Y es más que doloroso sentir que alguien te puede vaciar inmensamente. Pero no voy a permitir sentir más dolor, no puedo sentirme más diminuta. No puedo sellar mas los labios ni esconder mis ojos o mis manos. No puedo sufrir ni sentir miedo ni quedarme a oscuras. Necesito aire, luz, y palabras. Aunque sean las mías y me hgan daño también, pero son las mías, y entonces el dolor no importa porque me lo hago yo misma, pero no los demás. Porque yo sé que nací para sonreír. No para ser feliz, no para ser especial; nací para sonreír, y para ser alegre todo el tiempo posible. Y eso nadie debe quitártelo, la sonrisa, TU SONRISA.

 

Y aprovechar el tiempo, y amanecer, y sentirte vivo. Eso sí es único. A veces lo demás, incluso las sensaciones del amor o del placer, no importan nada. Pero para darse cuenta de ello, hace falta vivir.

Azúcar

Azúcar

Prometo endulzarte la vida. Prometo endulzar cada segundo, cada minuto, cada instante de tu vida en el que yo pueda compartirte. Y tenerte. Y siendo mío... y siendo tuya. Prometo endulzarte cada momento en el que sonrías, para que rías con fuerza. Cada momento en el que llores, para que tus lágrimas dejen de deslizarse. Para que todo se vuelva pequeño y las dificultades se vayan borrando. Para que todo lo difícil se torne fácil y para que las cosas más importantes se vuelvan menos importantes. Para que el hecho de seguir en el mundo sea más llevadero, para que tus temores se vayan y no decidan volver. Prometo endulzarte la vida, tanto tanto...que cuando vuelvas a abrir los ojos y estés dispuesto a mirarla frente a frente...te gustará tanto, que nacerá en ti la sonrisa más bella de todas, y tus ojos brillarán, mucho más que ayer, mucho más que siempre... Y te sentirás bien. No hará falta decirlo o escucharlo, tú lo sentirás. Porque tendrás lo que deseas, y porque desearás lo que tendrás. Espero que esto ocurra porque me he prometido a mí misma endulzarte la vida, y ahora no puedo obviarlo, ahora está en mi lista de planes y debo hacerlo. Debo conseguirlo... Porque quiero que seas feliz. Por ello prefiero que tu vida sea dulce, muy dulce, como los terrones de azúcar que hace mucho tiempo que no veo pero que sé que existen y que están ahí, esperando que endulcemos nuestro café caliente, y que así las tardes de invierno sean menos frías. Y que así nuestro sueño caiga más tarde... Eso haré. Te endulzaré cada momento, cada momento tuyo, cada momento mío... Cada momento nuestro...

Sobre felicidad

Me gustaría hoy, escribir de la felicidad. Porque sólo al nombrarla, parece que todo es más bonito, o que todo puede ir a mejor (aunque no siempre es así). Cierto es que hablar de la felicidad es algo bonito, pero también es cierto que las cosas más sinceras, se escriben cuando se parte de la tristeza. Pocas veces encontrarás a una persona "falsamente" triste... y en muchas otras, en otras ocasiones, sí podremos encontrarnos con personas que intentan ocultar esa tristeza, detrás de sus propias caretas, que a todos alguna vez nos han servido para disimular alguna lágrima de rabia, tristeza o nostalgia. Para disimular un dolor que aún vive en nosotros... pero que está ahí y que logramos ocultar. A veces me gustaría borrar todas lspalabras que puedan ser tristes...y empezar a hablar de la felicidad, porque todos la hemos experimentado, y esos momentos han de quedar siempre grabados. Sin embargo... parece que tengo una determinada predilección por escribir sobre la tristeza. Supongo que a veces también se vuelve algo importante cuando aprendemos a ver y observar y a darnos cuenta de las cosas.

 A veces solo hay un punto de vista, a veces solo hay un camino, a veces solo hay una salida...

Intentaré escribir cosas, historias bonitas...de ésas que enternecen tanto...me prometo a mí misma escribir frecuentemente sobre eso... porque supongo que ya es hora...

Seguridad

Me gustaría poder decir que siempre he estado segura de todo en mi vida, pero no puedo, porque sería pura ficción. Y me engañaría, y entonces no estaría dando 1 parte del reflejo de la vida que he vivido hasta ahora. Y hasta hoy he pasado por momentos en los que creía que la base de todo, lo más esencial...era sentirse segura de algo, y not emer nada al actuar o incluso al pensar. Y es que sin esa seguridad que a veces no poseemos, todo es mucho más difícil. Y las cosas se tornan mas complejas (mucho más feas). Y a lo mejor el problema no es la ausencia de seguridad propia, a lo mejor es que ns hemos acostumbrado a una vida humildemente bonita y cuando algo bonito deja de ocurrir, creemos que todo va a venirse abajo. Aunque también hoy creo que no todo lo bello es bonito, a veces nos ocurren hechos o cosas bonitas que no podemos alargar más, porque nos hace daño, por muy ilógico que pueda parecer.

También hoy creo que es la seguridad la base, el principio y la raíz de muchos de los comportamientos que llevamos a cabo. También la inseguridad, en ocasiones, se convierte en ese principio... y a través de uno o de otro, decidimos y actuamos.  Y llevamos a la práctica esas ideas o decisiones que no paran de pasearse por nuestra mente, y estando sguros o no, igualmente seguimos decidiendo y actuando, unas veces, preocupándonos por las consecuencias de nuestros actos, otras veces, haciendo caso omiso a lo que podrá darse si de verdad actuamos.

Me gustaría también saber cómo podemos sentirnos totalmente seguros de algo o con alguien. Indistitntamente de todo (de las cosas que vivimos o de las actuaciones de los demás) vivmos continuamente preguntándonos cosas, y son de todas esas cosas, de entre las cuales sólo unas se convierten en un recuerdo, en una vivencia. Otras cosas se quedan en nuestra cabeza, para ir desapareciendo poco a poco. Aunque también creo que las cosas que vivimos o nos vemos obligados a vivir, y las cosas que los demás hacen por nosotros, nos influye en cierta manera, por lo que nos convertimos en personas fuertes y decididas. Y afrontamos la diversidad que define a las situaciones que se dan y que llegamos a vivir. Pero también nos podemos convertir en personas indecisas y débiles, y eso, eso ya no es tan bueno.

Y no sé si a veces todo se reduce a la seguridad o inseguridad. Debe serlo, porque hasta ahora estoy insegura de esto. Y cuanta rabia produce el no saber responderse una misma una pregunta más o menos sencilla... y cuanta inseguridad se genera al no encontrar el modo exacto de encontrar la respuesta. Pero creo que en la vida, en la nuestra propia, no somos personas eterna o fijamente seguras o inseguras... o al menos eso quiero creer. Quiero creer que un día actuaré segura, totalmente, de todo, y sin dudas, sin remordimientos...sin consecuencias que aún no he vivido pero que sí se han dado en mi mente "gracias" a mi imaginación. A veces la feilcidad la hallamos actuando de manera constante, racional, decisiva, lógica y segura. Pero lo que no todo el mundo sabe es que a veces lo racional va separado de la lógica, y que a través de la inseguridad (si al final decidimos actuar pese a su existencia) también podemos llegar a ser felices. Entonces, considero, que cuando la felicidad aparece y se instala...no hay cabida para los remordimientos o las dudas incesantes. Es entonces cuando debemos dejarle un gran sitio a esa felicidad, y decirle que está en el sitio perfecto, que ha llegado al lugar perfecto...

Huella...

Huella...

A veces parece que vamos a dejar huella, y que  nos van a seguir recordando por aquella palabra que emitimos con tanto amor en aquel segundo en el que amabamos tanto. Y a veces nos sigue pareciendo que esa huella, aunque no presente y visible, pueda llegar a ser tan profunda como las huellas que se quedan en nosotros y en nuestra vida por parte de las personas que un día pasaron y decidieron quedarse durante un breve período de tiempo. Lo triste es cuando ese breve periodo de tiempo no se alarga, ya sea por el motivo de la propia persona que quiere o debe alejarse, o el motivo de eso a lo que llaman “destino” y se encarga por sí mmismo  de separarnos de aquella persona que nos facilita todo, la vida, la manera de afrontar los problemas, ... Y parece que vamos a tener siempre oportunidades para encontrar a personas de este tipo, pero no...Y sé que nosotros no podemos elegir si podemos dejar o no una huella en esa persona, o en la otra, que nos confesó mil cosas y al final se las llevó todas en el mismo momento en que se fue por la puerta... Y sé que no podemos insistir en dejar huella cuando a pesar del amor y de la pasion impuesta, esa persona se aleja porque de verdad debe alejarse, porque debe salir de esa vida que tu estabas viviendo y compartiendo, que tu querias para ti... Pero supongo que las huellas que queremos que queden no dependen única y exclusivamente de nosotros, ni de nuestros pies...no dependen del tipo de arena que nos vayamos encontrando a cada camino. Porque todas seran diferentes...y las huellas tambien cambiaran. Unas se quedaran durante un tiempo, otras ni siquiera llegaran, y otras se quedarán para siempre. Y es aqui cuando debemos averiguar si esa huella se quedó para siempre, y si podemos volver a ella, y volver a vivir por ella, y con ella. Pero mientras...mientras ignoramos qué huellas dejaron de existir, y qué huellas permanecieron...solo nos queda seguir y caminar. Y andar con cierto grado de seguridad que nos impida caer de nuevo. Y dudar de nuevo...

Miedo

Tengo miedo, mucho miedo, de que un día se me acaben las palabras, o de que llegue el momento en el que no sepa expresar lo que siento. Hoy estoy bien, dentro de lo que cabe... Mi vida sigue marchando, para bien o para mal. Con errores y aciertos inscritos en mi espalda, y sin mi héroe y sin muchas otras cosas que si cerca mío estuvieran, o en mis manso se hallaran, todo sería mucho más fácil... Pero es tarea mía facilitarme la vida, y el modo de vivirla, atribuyéndole así la importancia a todo aquello que de verdad lo tenga. E "ignorar" lo que apenas deba ser atendido... y debe ser que la vida comienza a ser fácil cuando no nos da tiempo a pensar en ella, ni en nosotros y tenemos prisa por todo: por llegar, por venir, por terminar... y cuando ese paseo o carrera ha finalizado... volvemso a pensar en la vida, en el sentido de nuestra propia vida.

Y otra  vez estamos aquí. De nuevo, EN EL PUNTO DE PARTIDA...