Blogia
Pequeña

Por hoy

No quiero sentir absolutamente nada. Y sé que es mejor sentir que no sentir nada. Es mejor sentir dolor, frustración y resignación que no sentir nada. Pero ahora, en este preciso momento, quisiera no sentir nada, nada ante ninguna palabra, fotografía, recuerdo, imagen...Creo que no sentir nada sería mi mayor coraza. El mayor disfraz que podría encontrar y comprarme y ponerme sin miedo a que se rasgara. Lo cuidaría con mimo, para que nadie me volviera a hacer daño, y para que  nadie me calara. Para que nadie me hundiera ni hurgara en mis heridas. En mi piel, en mis lunares... Creo que necesito otra coraza diferente a ese disfraz para mi vida. Mi propia vida.

Quiero no sentir nada cuando encienda la radio, la televisión, el ordenador, o cuando salga a la calle o entre en una tienda. Quiero no sentir, quiero no llorar, quiero despertar, quiero levantarme, quiero andar, quiero respirar, quiero tararear, quiero soñar, quiero mirar hacia arriba y quiero abrazar. Me conformo con eso. Pero no es tan fácil. Las lágrimas no avisan. La vida no te da ventaja. El tiempo no se detiene. Los gritos no poseen silencio. Los libros siempre terminan. Los sentimientos suelen ser profundos y por ello no quiero sentir. No quiero profundidad, no quiero profundidades en mí.

Ni puedo ni debo tenerlas. No tengo otra salvación que abrir los ojos, y armarme de fuerzas, cualquier tipo de fuerzas pero fuerzas que me sirvan para poder seguir viviendo, para poder esquivar cualquier obstáculo. Para poder seguir, simplemente. Yo solamente quiero coger aire. Solamente quiero una melodía sin letra, un sol radiante que se filtre en esta habitación, una sábana lisa sobre mi cama y un silencio agradable.

No quiero nada más. Porque no quiero sentir. No quiero sentir ahora nada que pueda hacerme feliz o infeliz. A veces descubres que no te sale rentable ser feliz, sobre todo cuando a bote pronto desaparecen tus sonrisas y aparece en ti un tímido gesto que te vuelve alguien triste, alguien que desprende pena, y fragilidad.

Yo siempre fui frágil, y hubo una época en la que no me vi así. Hoy vuelvo a ser frágil.

Vuelvo a sentir, y quiero dejar de hacerlo, aunque sólo sea por hoy, aunque sólo sea ahora.

0 comentarios