Blogia
Pequeña

Hace tiempo...

Ya no sirvo a tus oídos.Ya no sirvo a tus manos ni tampoco sirvo a tus ojos. Porque ellos no me miran.Y no escuchas mi voz, ni escuchas mis palabras. Hace tiempo que tus manos no me buscan y hace tiempo que tus brazos se enredan y esconden debajo de la sábana sin buscar los míos. Hace tiempo que ocupas tu propio espacio en ese lado de la cama que tu elegiste para ti. Hace tiempo que no te entrometes en mis cosas ni en mi lado de la cama. Hace tiempo que no me guiñas un ojo, y hace tiempo que no te despiertas antes que yo para observarme y contemplarme. Y para acariciarme las mejillas. Y para regalarme un beso. Hace tiempo que dejamos de ser nosotros para ser tú y yo. Yo y tú. Hace tiempo que cierras los ojos demasiado pronto para conciliar el sueño que yo no tengo. Hace tiempo que no duermo, y hace mucho tiempo que dejaste de inventarte un nombre para cada uno de mis lunares. Hace tiempo que no recorres mi cuerpo ni rozas mi espalda. Hace tiempo que no la visitas. Pero acuérdate del lunar pequeño y claro de mi espalda que parecía juguetear con el resto de lunares que le rodeaban. Acuérdate también del lunar que habita a unos milímetros de mi boca. Ese lunar te encantaba, y lo besabas, y me besabas. Y me dedicabas palabras y me mirabas a los ojos. Te clavabas en mis pupilas. Y el resto no te importaba. Sólo yo, y solo tu. Eso solías decir “solo yo, y sólo tu.." Hace tiempo que esas palabras se perdieron y que tu voz no me resuena en la cabeza porque apenas utilizas palabras para hacerme saber que hay en ti. Hace tiempo que tu mente está llena de mil cosas de entre las cuales no estoy yo. Hace tiempo que me quité la venda de los ojos y hace tiempo que comencé a escribir en folios lo que pasaba por mi mente. Hace tiempo que quería decirte todo esto, pero nunca pude terminar aquel folio que elegí para hacerte saber que temo que esto siga igual. Temo no ser más contemplada por ti. Sé que tus ojos tampoco me miran directamente. Hace tiempo que la dirección que tomaban tus ojos, e incluso, tu vida, no estaba siquiera próxima a mis ojos, o a mis manos, o a mis piernas. Hace tiempo que no siento la fuerza de tus brazos ni la suavidad de tu vientre. Hace tiempo que dejaste de preocuparte por todo esto que hoy nos inunda, mejor dicho, que me inunda. Hace tiempo que tu silencio me ahoga. Hace tiempo que no eres feliz con mi existencia, porque ésta ya no te aporta nada. Y lo sé. No lo dices, no me lo dices, pero lo se. Intuyo que has ido dando pasos y pasos, y has llegado a un punto en que mi nombre, el color de mis ojos, el tamaño de mi ilusión, los sueños que hicimos realidad algún día y los recuerdos que juntos hemos creado no te importan nada. Y hace tiempo que todo esto me causa dolor, un dolor que escuece, que aprieta, y que dejó de ser imperceptible y transparente para convertirse en un dolor demasiado hondo y profundo. Y consciente. Pero no, no para ti. Y no sé qué me duele más, si todo esto que tristemente te cuento, o el hecho de que siquiera hayas apreciado mi lamento. Hace tiempo que tu vida es distinta Que tus sueños son tuyos y no nuestros. Hace tiempo que tus mañanas son tus mañanas y no nuestras mañanas. Hace tiempo que no noto las yemas de tus dedos sobre mi ombligo y hace tiempo que no me susurras nada al  oído. Hace tiempo que te mudaste, curiosamente, siguiendo compartiendo conmigo este piso lleno de recuerdos que ya no quieres para ti. Hace tiempo que te fuiste y me dejaste con todo esto. Pero te tengo aquí, dormido a unos metros de mí. Hace tiempo que quería escribirte esto. Y ahora, ahora es tiempo de que yo me mude, de que mis pies caminen de que mis piernas avancen y que mi mente se abra. Que mi corazón se cierre y mis heridas empiecen a cicatrizar, ya, de cualquier manera... Poco importa. Hace tiempo que quería que leyeras esto, o cualquier otro folio que estuviera compuesto por palabras como éstas o similares que te transmitieran las sensaciones que en mí han estado vivas hasta este momento... Y por mucho tiempo más... Sé que hoy no es el último día. Sé que mañana tampoco lo será. Sé que te quiero. Pero sé también que si me quedo aquí, sólo tu silencio va a ser mi acompañante. Y he sufrido mucho compartiendo mis días con él. No podía romperlo con mi voz, porque, como antes te he dicho, no me escuchas, ya no lo haces...y no podía alzar la voz, porque la mia tambien se ha apagado. Porque hace tiempo que necesitaba coger este papel, y agradecerte el tiempo previo a este que te he ido describiendo. Agradecerte los sueños, y laspromesas. Agradecerte que apareciste, que te quedaste, y que me dejas marchar sin que tú puedas advertir, esta vez, como ruedan mis lagrimas por mi rostro. Un rostro que hace tiempo que para ti dejó de ser interesante. Hoy me marcho. Cuídate.

Y habla...vuelve a hablar, porque tú sabes que tienes una voz preciosa. Adiós.

1 comentario

Paula...! -

podria decir que estas frases me llegaron mucho.expresa diferentes maneras de ver la vida y sentirla. dan origen a ciertas reflexiones del pasado,de las huellas o momentos que marcaron la vida. permite ver la vida desde otro punto y con muchas mas expectativas. llegan a confortar el alma darse un respiro a las preocupaciones mas cotidianas. me ayudan a superarme y lograr un optimismo en mi persona dificil de lograr en muchas ocasiones... da un nuevo sentido a mis emociones de hoy y mañana.