Eres tu
Eres tú, puedo reconocerte, y me encanta quedarme sentado en la silla que restauró tu abuela y ahora has decidido poner en tu habitación, llena de muebles blancos y cuadros azules y verdes. Me encanta ver como sales de la ducha y te haces ese par de coletas que se adueñan de la piel que envuelve a tu cuello. Me gusta ver cómo adornas tus manos con las sortijas que tiempo atrás te regalé, no para pedirte matrimonio, ni para pedirte que estuvieras con alguien como yo el resto de mi vida, en la pobreza y en la riqueza...
Eres tú, me basta verte, contemplarte, y aunque tu boca no me diga "te quiero", sé que de no ser así no habrías dejado que yo hubiera traído mi cepillo de dientes, mi peine, mis camisas y mi reloj de noche. Sé que de no ser así no tendría la oportunidad de meterme cada noche en la cama con la mujer más hermosa de todas las que he podido ver. Eres tú, te amo, me gustaría decírtelo más a menudo, pero sé, también, que aunque no me oigas, eres lista y sabes lo que siento en cada momento, por qué lo siento y cómo lo siento. Solo espero no llegar a anciano y padecer esa estupida enfermedad que se encarga de robar los ms preciados y bonitos recuerdos como el de ahora: verte desnuda frente al cristal, ondeandote el pelo con tus propios dedos. Sonriendo. Eres tú.
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