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Pequeña

Mi voz

Se quiebra mi voz. Se adormecen mis sentidos. Se balancea mi cuerpo. Se tambalean mis piernas. Se cierran mis ojos. Y tiemblan mis labios. Entro en mis sueños y salgo de mi vida. Me invento un camino, cualquiera, que al final no me lleve a ti. Me guío yo sola, y lo hago mal; nunca me ha gustado caminar sola, nunca me ha gustado perderme. Temo hacerlo ahora. Temo perder la orientación, temo quedarme solamente con mis sueños. No son suficiente, nunca lo fueron. Mi voz sigue quebrada, aunque tampoco la echo de menos, nunca me gustó. Siempre esperé más de ella. Mis sentidos ya no me responden, ya no puedo apreciar aromas, ni escuchar sonidos, ni sentir la textura de una piedra, ni contemplar esa raya que establece el horizonte y separa dos mundos, o tres, o cuatro...quien sabe. Los sentidos ya no me sirven, y mi cuerpo tampoco me responde, ha sentido celos de los primeros, y ahora me he quedado sola. Supongo que con mi mente, supongo que con los pensamientos que todavía me quedan porque llevan demasiado aquí, demasiado tiempo conmigo. Están a gusto, y no quieren marcharse. Pero algún día lo harán, porque no siempre nos llevamos bien. Yo sufro por ellos. Por otra parte, por otra parte están mis piernas...ellas, ellas han sido las que han esperado de mí demasiado, tal vez han esperado que las llevara a algún sitio importante, que las llevara a algún sitio; pero nunca tuve la fuerza necesaria, sí la inquietud, sí el interés y la curiosidad...pero creo que siempre que me salí de mi propio camino, comencé a hacer las cosas mal, o a lo mejor me salí del camino porque empecé a pensar mucho en mí misma y perseguí mi felicidad. Mis párpados ahora soportan todo el peso, mis ojos han querido cerrarse, hasta mañana, o pasado mañana, o quien sabe... Tampoco tienen prisa. Tampoco yo tengo prisa. Dejaré que permanezcan cerrados por más tiempo. Y así seguiré soñando, mi única manera de vida. Y así saldré de mi vida, ésta en la que sufro porque todo me afecta, en la que todo llega a esta piel que alguien esta noche ha clasificado de bebé... Creo que debería haber actuado como tal, y llorar no en soledad, llorar aunque sea delante de una sola persona y esperar a que vengan a mi encuentro y me ofrezcan la ternura que necesito recibir. Y que vengan a mi encuentro, a mi auxilio, y así pueda abrir los ojos, y que caigan las lágrimas que tengan que caer, y que me estrechen entre dos cálidos brazos, y que no me suelten hasta que vuelva a quedarme dormida. Y que me alisen más la piel, y que me regalen susurros en forma de nanas. Y que me canten suave, y lento. Que me arropen con lana fina. Que me cuiden toda la noche, que no me suelten. Que me hagan sentir bien. Que despierten a mis sentidos, que vuelva a ser yo. Que vuelva a la vida, que vuelva a abrir los ojos con las piernas en movimiento y los labios a punto de abrirse y la voz desgarrada.

1 comentario

Alex -

Este es muy bueno.....ya sé que las comparaciones son odiosas......pero.....me recuerda mucho a La Mala....ya sabes que pienso que es muy buena.....y sé ,que tu tambien lo piensas....así, que tomalo como un piropo, Pequeña.
Besinos