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Pequeña

Dos

Si decides regalarme una rosa, te daré un beso. Si decides acomodarme la almohada a las curvas de mi espalda, te regalaré una caricia. Si me guiñas el ojo izquierdo, te lanzaré un gesto de amor. Si me escribes dos palabras, te daré todo mi amor. Si me llamas dentro de dos horas, te necesitaré toda mi vida. Si preguntas cómo estoy cada 4 horas, te escribiré la carta más bella del mundo. Si me dices que estarás siempre, te guardaré en el rincón más grande de mi memoria. Si me ofreces todas tus ganas, te regalaré mi lunar más hermoso. Si haces dos chocolate a la taza, me resguardaré contigo bajo una manta. Si me cantas una canción, inventaré una nueva palabra para ti. Si diseñas un viaje perfecto, intentaré que tus días sean perfectos. Si nunca te alejas, me quedaré siempre bajo tu ventana. Si te quedas te elegiré por siempre. Si recuerdas mi nombre dentro de 50 años cuando seamos viejos, te repasaré los mejores momentos de nuestra vida. Si me ves bella todas las noches te gritaré lo mucho que te deseo. Si te sobra cariño no me alejaré nunca de tu boca. Si te vuelves dependiente de mi mirada, te regalaré una fotografía donde aparezca mi par de pupilas. Si sueñas conmigo cada semana, te relataré el cuento que inventé para ambos. Si dejas de temer al futuro, perderé el miedo a los sueños lejanos. Si repites mi nombre cada vez que me necesites, te diré que me volví enferma de tu amor. Si pierdes la voz, te regalaré mis sonidos que reproduzcan palabras de amor. Si deseas ver un atardecer, te transportaré a la playa más serena. Si deseas viajar lejos, buscaré el tren más veloz. Si eres feliz conmigo todos tus días, te diré que el mejor tipo de vida es el que podré vivir si es a tu lado. Si calientas mis inviernos y refrescas mis veranos, te regalaré la hoja marrón más bella del otoño y la amapola más roja de la primavera. Si necesitas mis labios, te posaré un beso en los tuyos para que lo guardes con mimo. Y si lees esto sin cansarte un solo segundo, apareceré en tu puerta, sonará el timbre y me agarraré a ti con fuerza para anudarme a tus brazos y no me marcharé nunca.

 

 

Nunca Nunca Nunca

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