Suerte y dolor
Me estoy curando. O mejor dicho, mi madre también está poniendo todo de su parte porque me cure lo antes posible. Sigo durmiendo poco y mal, pero prefiero pensar que amanece temprano y que puedo levantarme de la cama pronto, aunque no demasiado deprisa...porque sé que entonces me visitan los desmayos. Y ya basta de preocupar a mi madre. Creo que los puntos hoy se van a portar bien. Al menos no están tirando tanto como ayer, y eso, siempre es buena señal. Pienso en que todo mejore y que no les pase nada antes de que me los quiten, y pienso esto porque la actitud positiva es la mejor elección que puedo hacer para verlo todo con otros ojos. ¿Por qué no puedo tener suerte en estos momentos? No pido toda la suerte del mundo, no. No quiero abarcarlo todo. Odio la avaricia. Y creo que me conformo con que el viernes no me hagan mucho daño al quitármelo. Esto me pasa por ser sensible, que a todo le atribuyo parte de miedo y dolor. Hasta el amor está cargado de miedo y dolor. Pero ahora no quiero pensar en el amor. No me hace falta. Creo que hasta pasamos por épocas en que lo obviamos porque no confiamos en él. Entonces un día es el amor quien nos da con la puerta en las narices. Pero ahora no quiero hablar del amor; quería decir solamente que estoy un poco mejor. Que anoche cené con mis dos hombrecitos y me hicieron reír demasiado; pero bueno, si se trata de reír, nunca es demasiado.
Hoy es sábado. No ha salido el sol. Estoy enfadada con él, pero quizá yo salga a respirar un poco este oxígeno contaminado de la ciudad. Hoy descanso, hoy me quedo en casa a recibir mimos, que, al igual que la risa, nunca son demasiados.
1 comentario
Alex -
Me hace sentir bien, saber que estas bien.....
Te envio un beso...Muacks
y un Kilo de mimos...uuuummmm