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"Bona nit"

"Bona nit", eixes eren les paraules que ella començava a trobar a faltar cada nit, en el racó de la seua habitació compartit junt als numerosos quadres en blanc i negre i els records asomant per tot arreu. Mai havia tingut i gaudit la oportunitat d´escoltar "bona nit" d´una persona que li estimara tant com ella havia sigut capaç d´estimar. Temps perdut. Això sentia sobre el llit, més fred a mesura que avançava la tardor. Cada matí a l´obrir els ulls i no trobar-se amb un sol alicient. Ja no en tenia cap. S´havien esgotat; o tal vegada mai va tindre´ls. I a la millor havia estat vivint pels demés, sempre pels demés? Aquesta idea (i possible realitat) li buidava el cos i ala vegada li doanva molta, moltíssima por. Perquè aquesta sempre estava al seu voltant, en el silencio i en el soroll. "Bona nit", dues paraules que si haguessin estat alguna vegada carregades d´amor, i de desitg, i hagueren sortit d´alguna boca sincera, i hagueren entrat en el seu cap, el d´ella, les coses hagueren sigut diferentes. Ella haguera arribat a ésser feliç, i no sols la nit de les paraules carregades d´amor, sinò la resta de les nits ella haguera sigut feliç també, pel record d´eixes paraules, per la presència d´una altra boca i una altra veu; pel trencament de la seua soledat, pel recor de la felicitat viscuda.

2 comentarios

Alex -

...jejeje.....Que original eres, la traducción "escondida" en los comentarios....ya me imaginaba buscando un traductor ,para poder leer tu ultimo post....jejeje.
¿Porqué piensas, que nunca conoceras a esa persona , que te diga "buenas noches" con amor y con deseo?.....
Nunca llegará esa persona, si le cierras todas las puertas al amor......Dale una oportunidad, cuando te sientas preparada......y el destino ,puede hacer el resto...
¡¡¡Bona tarda, chiqueta!!!

laura -

Pongo el Texto traducido:
“Buenas noches”, esas eran las palabras que ella comenzaba a echar en falta cada noche, en el rincón de su habitación compartido con los numerosos cuadros en blanco y negro y los recuerdos asomando por todos los lados. Nunca había tenido y disfrutado la oportunidad de escuchar “buenas noches” de una persona que la amara tanto como ella había sido capaz de amar. Tiempo perdido. Eso sentía sobre la cama, más fría a medida que avanzaba el otoño. Cada mañana al abrir los ojos y no encontrarse con un solo aliciente. Ya no tenía ninguno. Se habían agotado, o tal vez, nunca los tuvo. Y a lo mejor había estado viviendo por los demás, ¿siempre por los demás? Esta idea (y posible realidad) la vaciaba el cuerpo y a la vez le daba mucho, muchísimo miedo. Porque éste siempre estaba a su alrededor, en el silencio y en el ruido. “Buenas noches”, dos palabras que si hubieran estado alguna vez cargadas de amor y de deseo, y hubieran salido de alguna boca sincera, y hubieran entrado en su cabeza, la de ella, las cosas hubieran sido diferentes. Ella hubiera llegado a ser feliz, y no sólo la noche de las palabras cargadas de amor, sino el resto de las noches ella hubiera sido feliz también, por el recuerdo de esas palabras, por la presencia de otra boca y otra voz, por la destrucción de su soledad, por el recuerdo de la felicidad vivida.