Facilidad
Mucha facilidad. Muchísiima para que todo lo que esperabas, necesitabas, deseabas e incluso rozabas, se escapa, y no vuelve, y si vuelve, lo hace tarde, demasiado tarde. Todo eso que crees tener, y que mimas porque piensas que así, y sólo así podrás conservarlo...se escapa y se aleja de la peor forma, y entonces intentas conservar eso que te empujaba a vivir, eso que te hacía pensar que todo merecía la pena, pero un buen día abres los ojos, te despiertas y pones los pies en la tierra, sintiendo completamente todo, sintiendo tanto...tanto tanto, que todo llega a dolerte. Un sonido extraño, una voz desconocida, una fotografía amarillenta y un libro desgastado. Pero abres más los ojos y ves que eso que tenías antes ya no está, eso que te hacía sonreir tampoco está, entonces dejas de sonreír para empezar a llorar, pero te encuentras sola, y lloras sola, y te secas las lágrimas sola, y empiezas a abrir los ojos en toda su expansión completamente sola. La realidad duele, y eso que está delante de ti te deslumbra. Y lo que no está, también, porque te lo imaginas. El teléfono dejó de sonar, las palabras no llegaron, los sentimientos se fueron desvaneciendo, o rompiendo o matando intencionadamente. Madrugadas en vela. Noches demasiado largas y demasiados ratos pensando con los ojos cerrados, no logrando el sueño que me hace falta porque madrugo y no puedo discutir con el despertador. El sol sale y yo tengo que salir a la calle también. El frío se cuela en mí demasiado pronto y las sábanas no me aislan de él. El frio ya está en mí y todavía no ha llegado el otoño pero se ha colado el frío en mí, es inevitable... el teléfono dejó de sonar y mi mente no supo traducirme por que, tampoco me llegaron las razones por cualquier otra vía. Todo en mí se ha ido muriendo. Hasta las ganas de acostarte deseando soñar con eso que tanto te hacía sentir. Ya no quedan sueños, tampoco ganas de soñar. Ya no quedan ni pesadillas, porque no duermo. Y no duermo porque no puedo. Ausencias. Vacíos. Todo eso me rodea. Eso y un tiempo horroroso que me está provocando todavía ma´s dolores de cabeza. Quiero al sol. Quiero que alumbre, no quiero nubes que se encarguen de taparlo. No quiero mas bochornos. Bastante tengo con el bochorno que se presenta en mi vida. Y si puede ser, quiero brillar yo también, para eso tendré que tener paciencia y esperar. Darle tiempo al tiempo. Sé que sola también puedo hacerlo.
4 comentarios
carlos -
impresionante lo que llegas a escribir ;)
Pablo -
Carol -
No estás sola, porque estoy ahi contigo.
Has nacido para brillar, por eso te llamé un día niña sol y por eso lo sigues siendo, simplemente hay días en los que los nubarrones parece que avanzan a paso agigantado, pero todo pasa, todo mejora. Es cuestión de tiempo, y es cuestión de Madrid. Es cuestión de cubatas. Es cuestión de no pensar. Es cuestión de pasear.
Es cuestión de que te quiero.
Pablo -