Como en una burbuja...
Como en una burbuja. Como en una burbuja me siento. Más pequeña que nunca. Más vacía que nunca. Una burbuja que no ha logrado llegar alto, una burbuja que había creido haber llegado hasta ese punto en el que todo lo triste desaparece. Creyendo vivir en un lugar que no llegó a existir. Y yo creí en él. Firmemente. Una burbuja que visitó un mundo que yo imaginé... Una burbuja que ha desaparecido, que la han hecho desaparecer... Y a un lado se encuentra. Y quizás muy muy atrás, de todo. Para no volver a "verla" más. Una burbuja que ya no tiene valor, aunque ahora pienso que nunca lo tuvo (nunca lo tuve). Sí, ahora más que nunca me doy cuenta que he vivido en una burbuja, luchando por mantenerme inerte, en el aire...luchando por no caer y tocar el suelo... que inevitablemente me iba a matar. Aunque no ha sido el roce del suelo el que me ha provocado la "muerte" más dolorosa. Esa burbuja pequeña desapareció. Era lo mejor. Lo malo es que dentro de ella he derramado lágrimas, y fuera de ella también. Entonces he llegado a una conclusión, ningún lugar es seguro. Ni siquiera esa burbuja en la que creí rozar algo que me mantendría viva. Pero creer no es estar segura. Y tal vez me equivoqué al instalarme allí. Y dejé que esa burbuja, que mi propio mundo, flotara... que el viento me moviera... Dejé que el tiempo pasara, que los días me fueran mostrando cada vez más y más cosas.. Ahora, fuera de esa burbuja, sigue existiendo el dolor, mi dolor. Hace poco me despedí de esa burbuja, se deshizo, por sí sola y por muchas otras cosas. Dejé parte de mi dolor volcado en esa burbuja; la otra parte, la otra mitad de mi dolor, ha decidido quedarse conmigo, en mi cuerpo, y en este mundo, en el real...
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