Saber volver
Es bueno volver a tu lugar de origen, aunque sea para comprobar con tus propios ojos que las cosas no han cambiado tanto. También es gratificante prometerse algo a sí misma, ilusionarse y llevar a cabo un propósito, sí, paradójicamente un propósito que llega antes de finalizar este año y comenzar uno nuevo que está a la vuelta de la esquina, con los ojos medio cerrados y los dedos cruzados. Proponerse, por ejemplo, reencontrarse con la amiga de la infancia, y poder compartir tiempo, charlas, confidencias...pero sobre todo tiempo. También es bueno volver a ver a personas que hace casi una década que no ves, y la intriga te inunda por saber cómo estará, cuánto habrá cambiado, o en definitiva, cómo se encuentra su vida.
Es bueno ilusionarse, comprar un par de billetes y escaparse. Difícil que ciertas personas no comprendan por qué te marchas, difícil que tu madre ponga una bonita sonrisa mientras te marchas cuando es casi Navidad y probablemente te quiera para sí misma. Pero ella siempre me tiene, quizá debería comprender que necesitaba esto. Que es algo que me debía hace mucho tiempo, y éste era el momento. Nunca lo hubiera imaginado, pero ha llegado así sin más y debo seguir caminando, sin miedo a nada. Sin miedo a cualquier bache que pueda aparecer, y sin miedo, también, a los días soleados que de tanto brillo, puedan hasta asustar. De los bellos que son, y de la belleza que nos aporta a nuestros días. A nuestros días de diciembre, casi de invierno.
Es bueno recordar, pero es todavía mejor intentar revivirlos, o crear otros mejores a base de abrazos nuevos, palabras de antaño y miradas sentidas. Es bueno querer y sentirse querido, sentirse cerca de quien se alejó y acariciar a quien se quedó a un margen porque la vida nos separó. Es bonito saber volver. Y retener las lágrimas e intentar controlar nuestras manos, que tiemblan, de ilusión, tal vez, de nervios y a la vez de tanto amor. Amor que siempre se quedó por dar, en cualquier escondite que no supimos encontrar, o que los demás nos habían hecho olvidar, por egoísmo, o quizá por amor también.
Saber volver. Me gustan estas dos palabras. Y todavía más saber que puedo acortar distancias y volver a querer.
...Y en cierta manera... sé que vuelvo a casa por Navidad...
3 comentarios
a veces yo -
ideas -
Saludos
alex -
Tienes razón en parte de lo que me dices....pero, mi "regreso" es una vuelta de puntillas sin querer hacer ruido y con el animo por los suelos..........¿Sabes?.....no parezco el mismo de antes.....poco humor...menos alegria...etc.
Ahora el blog es como un salvavidas que me recuerda buenos tiempos que no quiero olvidar, pero al mismo tiempo, no puedo darle la dedicación que le daba antes.....tampoco le doy la dedicación que se merecen vuestros blogs.....
Te escribo todo esto aquí, porque no tengo tu correo....
No es cierto que te pidiera que no me escribas.....lo entendiste mal....siempre me gusta tener noticias tuyas.....solo te dije que cambiaría la dirección de email y no me escribieras a la antigua, pues no me llegaría ningun correo...
Como puedes ver abrí una cuenta en gmail.....puedes escribir cuando quieras.....aunque ahora soy un "compañero de viaje" mas aburrido.....lo siento.
Un beso muy fuerte NiñaSol....y mucha felicidad.