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Pequeña

Ya no puedo escucharte

Ya no puedo escucharte. Te has ido sin ni siquiera despedirte. Recuerdo tu azul, tu blanco, tu morado...recuerdo todos tus colores. Te vestías todas las mañanas, con los ojos bien abiertos. Y siempre me enfadaba contigo, porque hacias de despertador. Y te escuchaba desde lejos y a veces te miraba de reojo, al igual que tu. Te voy a echar de menos. Hoy he recibido el mensaje de voz mas triste de todos en toda mi vida, y se que los tres te vamos a echar de menos. Has estado cuatro añitos con nosotros y te hiciste con tu huequito aquí. Han pasado cuatro años, y jamás pensé que sería asi, de repente y a contratiempo. Bueno, en realidad no habia ningun momento que fuera mejor que otro para que te marcharas. No voy a poder verte y eso me aflige. Parece mentira...

Pero hoy me encuentro triste. Y ya no voy a poder, tampoco, regañar con mamá porque no había en el estante las barritas de miel que yo quería darte. Y ya no voy a poder decir lo bonito que eras, y lo travieso.

 Y te vamos a echar de menos...

 

Ya no puedo escucharte

4 comentarios

isilrod -

Es cierto, da penita cuando se van. A mi me pasó algo parecido de pequeño y lo peor fue, sin duda, el extraño sonido que a partir de entonces tuvieron los silencios.

Las gracias... ¿por? ;)

( si de algún modo, aunque sea involuntario, puedo contribuir a despintarte la carita de melancolía, sólo con eso me basta, de verdad :). Un besote)

Spender -

Muy muy bonito. Uno nunca se espera ese tipo de cosas y aunque es difícil, supongo que se puede aprender a retener los buenos recuerdos y dejar fluir los malos.

Te agregué en mis favoritos del blog. Ya no te escapas. Un abrazo y muchos ánimos.

Alex -

Que lastima pequeña.....es lo malo que tiene tener mascotas....les cojes cariño y cuando faltan dejan un vacio dificil de superar....
Me gusta mucho como lo cuentas....corto, para que apetezca leerlo,con gran cariño y sin demasida evidencia, para que podamos pensar....es precioso princesa.
Un besazo muy fuerte, pequeña.

Malizia -

Me ha llegado muy profundo este texto, y comparto esa tristeza que sale del alma.