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Pequeña

Mi tiempo

Déjame que te diga que necesito tiempo, mucho tiempo, pero no para pensar, ni para centrarme, ni para aclarar las ideas. Ese tiempo lo voy a emplear para vivir, para creer que puedo volar para intentar ser feliz, para hacer cosas, para planear viajes que no llegaré a realizar, para revelar fotografías que un cierto día hice y que ahora quiero tener conmigo físicamente, para escuchar música bajita y para romper el silencio. Quiero emplear ese tiempo que quizás tú no puedes darme y yo me robo a mí misma para gastarlo, de la manera que sea, pero no para ordenar frases, ni ideas, ni despejar pensamientos que se agolpan en mi mente provocando en cierta medida un pequeño caos en mi cabeza. No quiero eso, no quiero ser consciente de que mi mundo ha de cambiar, porque sé que todavía tengo que hacer muchas cosas para tomarme el resto en serio. No quiero tropezarme ni equivocarme ni hacerme daño, ni tampoco recibirlo por tu parte, y sé que ahora podría sucederme si me quedo contigo o si tu mano se agarra a la mía para llevarme a cualquier sitio. Resulta que cualquier sitio no vale. No funciona el llevarme a cualquier sitio si tu voz no me dice lo que yo necesito oir, o si tus manos no escriben lo que yo quiero leer cuando llegue a casa. Pero no hay nada que ahora yo pueda escuchar y me haga sentir viva, ni siquiera llego a casa y tengo algo que leer ni releer dentro de mi cama. Me quedo con mi almohada, y con lo que ahora te estoy escribiendo. Me quedo con eso y con la lista de todas las cosas que me he propuesto hacer antes de estar contigo. Porque estar contigo jamás fue un juego, ni algo que llegara para irse como si me hubiera tocado a mí por casualidad. Supongo que entre tú y yo el azar y la suerte no existe. Supongo que no quiero que haya ese tipo de relación donde uno dice te quiero y al otro le parece algo normal si hay amor de por medio. Sé que ahora mismo no me estarás entendiendo porque si te soy sincera, tampoco me entiendo a mí misma en muchas ocasiones pero ahora por esta vez, estoy sacando todo lo que hay en mí, estoy sacando toda la sinceridad de mis palabras, estoy plasmando la verdad, que va acompañada de mis más puros deseos. Y no quiero adornar nada, no quiero decorar nada. No quiero oir palabras de tu boca a partir de ahora si hasta entonces nunca han nacido en ti. No quiero encontrarme con papeles que tengan frases que ahora quieres escribir porque sabes que necesito que existan. No quiero que tu amor, actitud o pensamiento cambie. Solamente que necesitaba que eso diera un pequeño giro para hacerme algo más feliz, pues sé que más tarde o más temprano puedo llegar a conformarme con este grado de felicidad que tú puedes proporcionarme. Sé también que esa limitación ese conformismo puede romperse sin embargo, de momento yo te quiero, y sigo extrañando muchas de las cosas que me has dado y yo he valorado. Pero ahora quiero ese tiempo que no dedicaste para mí, y así utilizarlo para cosas que no nos unan, porque quizá ese lazo que anudamos no es tan fuerte como pensábamos. Quiza este roto y tu no lo sabes, y yo lo ignore. Quizá los pedazos de lazo que se hayan caído al suelo pueden servirme de velo, pero creo que no es buena idea. No. Quiero escucharte, o hablarte, no sé muy bien lo que quiero ene ste instante y sé que siempre suelo saber lo que quiero pero últimamente todo es un completo desorden; y es curioso porque hace tiempo ese desorden me gustaba, pero ya no sé tantas cosas... De ahora en adelante estaré aquí, gastando el tiempo, porque hasta hoy he perdido mucho, y sé que es un error hacerlo. Llámame un día, y si tú quieres, empezamos a gastarlo juntos

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