Una carta más
"Estás aquí y quiero decirte 1000 cosas que siento, 1000 cosas por las que sufro, 1000 cosas que tú me haces sentir. Quiero contártelas todas, pero creo que no puedo. No me salen las palabras, y no es la primera y última vez, por eso me enfado conmigo misma, porque no me salen las palabras cuando más las necesito, cuando más necesito expresarme y darme a entender. Voy a intentar hacerte saber lo más importante, y lo más importante es que estoy dolida. Demasiado. Creo que tus palabras han tocado fondo en mí, llevándose parte de esa coraza que siempre tuve y que casi siempre me aislaba (aunque levemente) del dolor. Sin ella ahora no sentiría todo tanto, y la ausencia de tus palabras no me provocarían tanto llanto. Necesito esa coraza, sin ella estoy más desnuda, y ahora es cuando necesito arroparme y necesito dejar de sentir las cosas que he ido sintiendo. Necesito que sepas que me gustaría que te importara, y que te importara lo que he ido sintiendo cada día y cada noche (Y LO QUE SIGO SINTIENDO AHORA TAMBIÉN), sé que no puedo cambiar lo de este tiempo atrás, sé también que no puedo sentirme mejor de la noche a la mañana, sé que todo esto ha venido únicamente para hacerme más débil, y tenía que haber aprovechado la situación para convertirme en un ser mucho más fuerte, pero nunca lo consigo. No es que me rinda, porque yo lo intento, es simplemente eso, que no tengo fuerzas. No las tengo en los momentos más oportunos para tenerla. Y me disgusto también conmigo misma por eso, porque no consigo nunca nada con lo que podría sentirme mejor. Y necesito sentirme así, mejor que antes. No quiero montañas rusas, no quiero norias...no quiero sentirme en lo más alto para luego estar obligada a sentirme en lo más bajo durante muchísimos días y muchísimas noches. Me gustaría que empezaras a preocuparte, o que empezaras a mostrar algo más de atención. Yo siempre estuve aquí para ti, y siempre lo supiste. Yo no podía evitar mis intermitencias, pero siempre estaba, siempre tenía alguna palabra, pero las tenía. Siempre ESTABA. No dejé de estar. Y sin embargo tú... decidiste que todo cambiara radicalmente, y que para mí tu no existieras; bueno, mejor dicho, que para ti yo no existiera, pues para mí siempre exististe, siempre llamé a tu puerta, siempre estuve detrás de ella por si oía girar el pestillo y conseguía empujar para poder verte...siempre estuve diciéndome que no tenía que crear más palabras para ti pero tampoco conseguía frenarme, y te hacía llegar todo lo que sentía, ya sin esperanza de encontrar en ti un auxilio. Pero esto es lo que siento, siento que esto es un vaivén descontrolado, siento que hemos estado de espaldas, mirando cada uno a una pared. La tuya tenía color, y has vivido, lo has seguido haciendo con la mejor de tus sonrisas. Hemos estado tan cerca y no me has sabido ver. Pero yo hasta el último momento, buscando las fuerzas que había perdido hacía semanas y semanas, hasta debajo de las piedras que siempre evito para no caerme de nuevo. Pero..¿sabes qué? ya no son imprescindibles las piedras para caer. Tú me hiciste caer, sin piedras, sin nada. Con silencios y ausencias. El dolor más profundo que he sentido en los últimos meses. Sólo quería hacerte saber que siento, que siento todo e intensamente, más que tú, y más de lo que tú puedas llegar a imaginar. No quiero que ignores mis palabras, al menos no estás, y sé que sí las lees será dentro de mucho tiempo, a lo mejor tarde, para que te influyan, pues las palabras que has recibido de mi parte, hasta este momento, no han removido nada en ti; y yo no tengo la fórmula para conseguir que esto cambie. O quizá cuando cambie yo no me dé cuenta y tengas que ser tú entonces quien busque las fuerzas debajo de las piedras. Es un esfuerzo duro pero necesario para que la otra persona no se sienta tan abandonada. Yo no te ruego que no me abandones, pero te pido que estés. Sólo eso. Y que leas mis palabras. Nada más. Sé que volverán a pasar por mi mente más detenidamente todas las ideas que quiero plasmarte aquí. Sé que a lo mejor, con algo de suerte, puedo volver a soñar, si tú me atiendes, si dejas que yo deje de encontrarme tan sola."
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