Blogia
Pequeña

Piruleta

Piruleta

No sabría explicar por qué las cosas acaban rompiéndose. Por qué todo siempre tiene que acabar, o acabar demasiado pronto. Me gustaría encontrar las respuestas a muchas de las preguntas que a mí misma me hago. Odio no encontrar palabras que necesito escuchar. Odio no poder recomponer cosas que para mí eran importantes. Odio no saber caminar con equilibrio, y odio no poder mantener intacto mi mundo cuando debo. Odio no poder juntar esas dos partes que se rompieron, que se separaron. Odio no poder reconstruir esa piruleta que no hace mucho era una sola, y aún existía. Sentía su sabor, sentía su dulzura, sentía su azúcar, sentía todo, y me sentía viva. Sentía amor y sentía dolor. Pero sentía. Y ahora no sé muy bien lo que siento. Siento, sí, que esa piruleta se ha roto en dos pedazos, y a partir de ahora se va a ir rompiendo en más y más pedacitos que no podré unir porque hay cosas, como ésta, que no pueden reconstruirse. Esos pedacitos se caerán al suelo. Alguien los barrerá. No seré yo. Yo me moría porque la piruleta siguiera intacta, porque el tiempo no la fuera desgastando, o si cabe, poco a poco, muy poco a poco, para que siguiera existiendo en cualquier lugar, y para que una u otra lengua la estuviera saboreando, y apreciando su aroma. Creo que de haberlo sabido, hubiera estado saboreando más intensamente su sabor, creo que de haberlo sabido no la hubiera perdido de vista ni un solo segundo, me hubiera quedado con ella. Pero juntos le quitamos el envoltorio y comenzamos a disfrutar. Antes de acabarse, se rompió. Quedaron dos pedazos. El mío no lo quiero, y si lo quiero, lo querré tarde. Tenerlo me produce daño, mucho daño. Daño que nadie me roba ni quita. Daño que se va haciendo más grande dentro mío. Hubiera dado mucho porque no se hubiera roto esa piruleta que tanto admiramos en tantas y tantas ocasiones. Me gustaría que me leyeras, y que apreciaras, aunque por ultima vez, esto, este sabor, y recordaras la primera sensación al descubrirla. No hay nada como recordar. Pero no hay nada como vivir, como vivir lo que alguien desea vivir con todas sus fuerzas. No hay nada como una piruleta de fresa, y entera. No, no hay nada como eso. La mía, la nuestra, se rompió, y no quiero otra nueva. No.

0 comentarios