Blogia
Pequeña

Piernas cruzadas

Parece que las madres tienen un sexto sentido, que te hacen esas preguntas que tú no quieres escuchar, ni tampoco responder. Al final no respondes, al final te tragas tus palabras. Al final acabas harta de oir interrogantes, de tus silencios, de los silencios de los demás y de todo lo que hay en ti, de todo lo que se acumula. De la pena, de la rabia, de la alegría que en su día era mucho mayor que ahora. Y eso te inunda en la pena y en la rabia que sí sientes, y que tu te encargas de mimar involuntariamente. Y sin darte cuenta, todo ha cambiado. No sabes qué camino tomar, qué recta seguir, qué flecha atender, qué frases elegir... Todo cambia y acabas sentada, con las piernas cruzadas, te da miedo moverte, mucho. Además, piensas que aunque des un par de pasos no te servirá de nada. Hoy sigo así, con las piernas cruzadas. Me cansé de los paseos. Nunca llego a donde quiero llegar. Tampoco nunca me buscan, y yo me cansé de no encontrar.

0 comentarios