Blogia
Pequeña

Heridas

Vivimos en mundos diferentes, en mundos muy muy distintos, completamente distintos, perpendiculares... Se cruzan, y por eso a veces tú y yo también nos cruzamos. Esos instantes pueden crear otro mundo aparte, pero hace tiempo que ese mundo creado se derrumbó, dejó de existir, y últimamente la recta del camino que tú estás recorriendo no tiende a cruzarse con mi recta... Son rectas que se alejaron entre sí. Son rectas que tomaron caminos tan y tan distintos... Empezaron a ser insuficientes tantas cosas...y a sobrar otras tantas... Tú dejaste de verlo, dejaste de saber lo que yo necesitaba. Quisiste vivir lo que tú querías vivir. Yo me negué a seguir mi propia recta, intenté desviarla, intenté engañarla...pero no pude. Además, la realidad se interpuso, y me mostraba esa escena que a veces hace demasiado daño...pero se plantó ante mis ojos, y era esa, la pura realidad. La asquerosa realidad que quema, que escuece, que roba. Y a partir de ahí todo fue a peor. A sentirme más pequeña, más insignificante...empezaron a abrirse las antiguas heridas, y empecé a quedarme sin lo más bonito que podía y había en mí, porque cabía. Empezaron a irse las esperanzas, fueron sustituidas por la tristeza y la amargura. Esas sustituciones parecían matarme. Y todo lo que necesitaba para sobrevivir no llegó porque tú decidiste que no llegara. Te olvidaste permanentemente de mi nombre, y de mis ojos, y de mi nuca... Intenté que no lo hicieras. Luché por una vez, haciendo lo único que sé hacer: escribir. Mis palabras tampoco te bastaron ni te hicieron cambiar de idea, ni te hicieron cambiar al actuar. Pero tú no eres actor ni yo soy actriz, no vinimos a este mundo para actuar, no estamos detrás de un telón. Este es el mundo real, el mundo real en el que todo llega al fondo, al menos, particularmente, al mío han ido llegando más y más sensaciones amargas que han ido acabando conmigo. Y tú también estás acabando conmigo, sólo quería que lo supieras, porque a lo mejor no es tarde para volver a hacerme respirar. Para regalarme parte de la vida que he ido perdiendo con miedo y con más miedo, éste que rebota y rebota entre estas paredes que me ahogan y envuelven, aún, entre amargura que te regalaría. Te repito, este es el mundo real, no hay escenas ni pruebas. Me he quedado sin más ideas, y sin palabras que tampoco te hacen falta porque ya no provocan nada en ti. Me has ido robando también todas mis fuerzas, te las has llevado todas, por eso eres una persona tan fuerte. Sólo me queda saber quien se ha llevado mi coraza, mi querida y cuidada coraza que usaba casi continuamente para intentar que nada me hiriera... pero todo me está doliendo, profundamente...solo necesito saber quien la tiene, y quitarsela, porque era mía... Porque me aislaba de parte del dolor que no me llegaba, pues asi podía seguir viviendo. Y sin ella ahora no sé hacerlo. Me planteo encontrarla, necesito tenerla. Si no lo consigo, crearé una con mis propias manos, entonces te avisaré, y parte de tu actitud, de tus palabras...no me tocará la piel, no me provocará heridas...y quizá me atreva a sonreír, y quizá entonces te arrepientas de haberme herido.

0 comentarios