Casi sin darnos cuenta

Hay momentos en nuestra vida en que nos agarramos a cualquier cosa, nos aferramos a cualquier recuerdo o nos atamos a cualquier persona para poder seguir viviendo de la misma manera que antes, o más fácilmente. Y hay otros momentos en los que deberíamos agarrarnos a todo eso que nos facilitaría la vida y no lo hacemos, hay momentos en que encontramos lo que necesitamos, y no nos atamos a ello, porque queremos seguir viviendo como hemos vivido hasta ahora, porque en la vida se pasan por tantas y tantas etapas....tantas y tantas épocas que van marcando por ser eso, épocas trascendentales. Y el miedo que te da es que para ti hayan sido trascendentales por todas esas personas que han ido pasando y te han ido dejando parte suya dentro tuyo, y para esas personas que están o no están ya, hayan borrado tu imagen, tu recuerdo, las palabras que un día dijiste. Pero contra eso yo no puedo hacer nada, simplemente seguir viviendo, agarrada o no a cualquier cosa, aferrandome a aquello que me empuja a salir a la calle, y sonreír medianamente para poder disfrutar de las 14 horas de sol que el verano nos comienza a brindar.

Hay momentos y momentos...sólo debemos aprovecharlos, vivirlos, decidir por ellos, explotarlos, y después de todo eso, sin abrir los ojos, podemos darnos cuenta que hemos llegado a eso, a lo que perseguíamos desde hace tanto tiempo: la felicidad... Y sí, asi es, casi sin darnos cuenta...