Un cuento con final feliz
Resulta que esta película fue mi primera película preferida...sí. Recuerdo que a las siete de la mañana de todos los sábados y domingos cogía esa cinta, la misma cinta, y la veía sin cansarme...sin hartarme de ella ningun sabado, ni ningun domingo... De pequeña observaba esa película y me encantaba todo...la música, los gestos, las palabras, las sonrisas y las lágrimas... cuando dejé de ser tan pequeñita, y fui creciendo, algunos de los diálogos me iban demostrando que la historia iba más allá de lo que yo creía que iba en principio... Solamente puedo decir que me encanta, que adoro esta historia... sé que a priori puede parecer una historia que no transmita muchas cosas... pero a mí si me las transmite cada vez que la introduzco en el video y veo cada imagen en la pantalla. Puedo decir que seguiré viéndola, y seguiré sintiendo lo mismo. Me encanta esta película...Esa historia que ella acaba viviendo, es preciosa, pero...sé, que aunque solamente pueda ser en películas...a veces ocurre. Y a veces eres feliz.
Ella pertenecía a otro mundo, totalmente distinto al de él. Sin embargo...pese a las diferencias y la distancia notable entre ambos mundos, coinciden, y comienzan a caminar juntos un camino que tendrá fin a los siete días... Una semana tenía ella para enamorarle, para aportarle otro tipo de sentido a su vida, para ser un complemento más...un buen complemento. Pero la historia siguió...Él, sin darse cuenta, se iba enamorando de ella, pero sabía que cuando se marchara de la ciudad, no volvería a verle. Ella, en cambio, era feliz, lo estaba siendo, viviendo cosas que no había visto ni de cerca, sintiendo cosas que quizá no había sentido nunca: sintiéndose acompañada, sintiendo protección y seguridad. Sintiendo las vibraciones de otro mundo que parece perfecto.Durante esos siete días comparten algo más que paseos y compras, comparten los visionados de películas antiguas, comparten partidas de ajedrez, comparten viajes en aviones, comidas en parques, comparten cenas y noches, y comparten también un piano. Comparten todo lo que parece ser suficiente para que ninguno de los dos se alejen, para que ninguno de los dos diga adiós...para que ninguno de los dos se suelte de la mano... pero esa historia no era cierta, era creada a propósito. Ella no le pertenecía, ni él a ella tampoco... Se regalaron más que entradas a una ópera o una corbata grisácea... Se regalaron sonrisas y buenos momentos. Las lágrimas llegarían después... y también antes del final... Ella sabía que por mucho empeño que pusiera en todo lo que ella deseaba con ansiedad, él acabaría marchándose... Él, finalmente, pasa la última noche solo en el hotel, y echándole de menos. Ella, por su parte, había decidido emplear ese dinero que había recibido de su parte para continuar con unos estudios que dejó atrás... Está dispuesta a empezar una nueva vida, más estable. A la mañana siguiente, él deshabita la habitación del hotel que tanto había significado para ella. Y devuelve esa caja azul que contiene el precioso collar que ella se había puesto aquella noche...Él se marcha, sin sonrisas. Y ella intenta sacar una de éstas para despedirse de su mejor amiga. Él vuelve a la vida de siempre: la vida de negocios donde no hay cabida para el amor verdadero, o sencillamente, para el amor. Ella, quiere recuperar la vida que perdió. Ella le había dicho el día anterior que de pequeña siempre había creído en los cuentos de hadas. Él no supo qué contestar...no quiso o tal vez, no debía decirle que esos cuentos no existían en la vida real...y que a veces esas historias que solo viven en ese mundo de la imaginación se transportan al de la realidad...Finalmente, se encuentran. Él renuncia a regresar a esa vida que no le proporcionaba nada más que vacíos. Ella, escucha un sonido, abre la ventana, se asoma, y le divisa. Él, con una de sus mejores sonrisas, le alza los brazos, en una mano, un paragüas, en el otro, un precioso ramo de rosas rojas... Ella se centra en él, y él, en ella también. Cada uno va hacia el otro... y en la escalera se acercan y aproximan. Se abrazan, se sonríen... Se besan...Y por fin el cuento que ella tanto había esperado vivir... pasa a formar parte de su vida. Para siempre.
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