Blogia
Pequeña

Cuando sea el momento...

-Me quedaré si eso es lo que quieres, si es lo que necesitas. Te traeré una caja de pañuelos con aroma a vainilla, te regalaré tus dos películas favoritas y te prestaré mi hombro, para llorar o emocionarte, si quieres. Me quedaré aquí, a tu lado, para que no te sientas sola y así frenes tus ansias de escaparte y huir de esta ciudad.Me quedaré para que sepas que me importas, y que puedo estar cada vez que tú lo desees. Me quedaré porque necesitas ver la luz, y ver las estrellas cada noche, y no taparte los ojos ante todo lo que todavía te queda por ver. Y me quedaré para contagiarte las ganas de vivir que guardo en mí, y así, regalarte segundos de vida, y puedas disfrutarlos y aprovecharlos paseando de mi mano. Si quieres. Me quedaré para cuidarte, y verte crecer, porque estás pálida y ya no eres la misma, la misma que antes. Has perdido todo tu color porque no te has querido ni mimado, y siempre te dije que lo hicieras. Nunca dejó de ser imprescindible que te despertaras cada mañana y te pintaras de naranja esos pómulos marcados, y volverte alegre, y preciosa. No has querido serlo, no has querido ser feliz ni tampoco te ha importado deshacerte de esa belleza que a pesar de tus palabras y tus afirmaciones, no te ha abandonado todavía. Pero deberias hacerlo: deberías ir a ese espejo de marco verde pistacho que todavía está colgado en una de las paredes de tu habitación rectangular y pararte a mirarte con esos ojos claros. Y decirte que hoy estás bonita. Que eres bonita. Que cualquier camiseta realza tus pechos y tu boca parece hablar y soltar palabras y palabras llenas de felicidad. Y sentirte afortunada porque no estás ni estarás jamás sola. Debes verlo, pero quizá no quieras. Y a estas alturas me veo en la necesidad de obligarte a verlo y quitarte ese antifaz que nunca te ha beneficiado. Deberías ver lo preciosa que estás cada vez que vengo a verte, y los besos insonoros pero dulces que das cuando estás repleta de tristeza. A veces toda tu tristeza se convierte en cariño, y tampoco eres capaz de verlo. Como muchas otras cosas... Quiero verte feliz, no porque hoy sea hoy, o porque se esté acercando la primavera y debas salir a oler las amapolas... Quiero verte feliz porque no puedo concebirte con el rostro serio. No tengo ya pinturas para colorearte una sonrisa roja en tu boca, se me acabaron, y he venido hasta aquí para pedirte, por favor, que intentes sonreír, que hagas ese esfuerzo por mí. Y por ti, por ti también. Primero por ti. Y que salgas y me cuentes al oído todo aquello que te has perdido, y entonces, dar el primer paso (el más difícil), pero darlo, y sentirte imbatible. Da ese paso.

 -Yo podría darlo si tú te quedaras porque de verdad quisieras. Es precioso todo esto que me has contado, y dicho, sin duda, (no quiero dudar), desde el fondo de tu corazón. Pero te esperé muchos meses antes de que yo enfermara y me llenara de esta tristeza inapreciable ante tus ojos hace tiempo. Ahora eres tú quien lo ves todo, y ves todo esto que me inunda. Sientes pena, o lástima o ganas de cambiarme y de oirme reír; pero de momento no puedo. No puedo.Y debes creerme y dejarme sola si tienes demasiadas cosas que hacer, o planes inacabados o promesas que cumplir con otras personas que no sean yo. Y vuelve cuando quieras volver porque realmente quieras quedarte. Entonces, si es asi, te miraré a los ojos y me daré cuenta que es verdad, que yo te necesito pero que tú también me necesitas, y estaremos los dos, aquí, agarrados de la mano, pidiéndote que me cuentes un chiste que me haga reír durante, al menos, un minuto y medio. No pido nada más. Vuelve cuando creas que es el momento...

0 comentarios