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De locura...

Quizá hoy me apetezca hablar de locura. Quizá quiera hablar de los diferentes tipos de conducta que se adoptan a raíz de esa especie de locura que a veces se adueña de un cuerpo, durante un determinado período de tiempo.

Podemos estar locos de amor, y por amor. Ypor ello hacer cosas que a nosotros, que en primera persona, nos parecen "normal" y totalmente corrientes. Sin embargo, es por esa locura por la cual las cosas que hacemos y los planes que llevamos a cabo no se alejan de la cotidianeidad. Pero sabemos, o al menos, yo considero que sin esa especie de locura no haríamos muchas de las cosas que llegamos a hacer, (para bien o para mal). No voy a justificar nada, ni a afirmar que actuar locamente por amor o por cualquier otro motivo sea algo totalmente bueno o beneficioso. Sabido es por todos que hasta a nosotros mismos nos hacemos daño y a veces no notamos que vamos a aportarnos "aposta" un dolor que fácil o difícilmente podría evitarse. Otras, otras veces, advertimos ese dolor y lo tememos, pero es aquí cuando ese tipo de locura agarrada a nuestra mente actúa y desencadena una serie de efectos. ¿Los efectos 1arios? La alegría, la tristeza, la emoción, la felicidad... ¿los efectos 2arios? la profunda reflexión, el autoanálisis, el arrepentimiento, la duda.... Experimentamos ese conjunto de efectos de manera distinta. Los primarios los vivimos con la persona a la que queremos y por la cual esa locura nos ha incitado (incluso "obligado") a actuar por y para esa persona. Darlo o dejarlo todo, perder o luchar por todo... Los 2arios son diferentes, son los peores, exigen y ocupan mucho más tiempo, y los sufrimos mucho mas porque los vivimos en soledad, sin esa persona. Totalmente solos, sin nadie que nos saque de nuestro asombro, de nuestra duda. Y estos últimos efectos de los que hablo se hacen eternos... hasta que por casualidad o por la unión de 2 voluntades, se da un nuevo nacimiento de los efectos 1arios que ya he mencionado. Y entonces todo se asemeja a una rueda, que va dando vueltas, que todas son iguales, que siempre ocurre lo mismo. Que siempre se da la misma historia. Pero hay varias cosas que podemos hacer para poder cambiar eso.

1.) Luchar por permanecer en este tiempo donde prevalecen los efectos 1arios 2.) Dejarlo todo y quedarnos con los efecos 2arios y sufrir y aprender de ellos. 3.) Luchar por lo que queremos, por lo que de verdad queremos, y decidir así, con la cabeza fría, pero atendiendo a su vez a las palabras racionales y a los sentimientos más vivos en ese justo momento; para elegir unos u otros efectos, y hacerlos partícipes y condicionadores de nuestra vida. En cambio, esto ocurre cuando hay una pizca de locura en nosotros y nos atrevemos con todo o casi todo. Somos capaces (de repente, sin haberlo imgainado previamente) de escaparnos, de viajar, de escribir como nunca antes habíamos escrito, de confesarnos, de dejar de pensar durante más de un breve momento, de perdonar lo imperdonable y de amar u odiar muy intensamente, ahsta el punto de poder proporcionar el máximo grado o estadio de placer o dolor que nuestro cuerpo, nuestra voz y nuestros ojos pueden ofrecer.

Ahora sólo puedo decir que a raíz de estas palabras que he escrito, la locura no deja de ser buena ni mala. En algunos casos nos sirve para cumplir nuestros deseos, para cumplir promesas e incluso sueños!! Y en otros casos, sólo nos sirve para añadir dolor a una vida, a la nuestra propia tmbién. Por esto no puedo decir que lo mejor es evitarla o ignorarla, simplemente debemos advertir esas veces en las que la locura nos conduce a ser las personas más felices de este mundo, y en ese momento, en ese caso, volvernos locos, y actuar. Porque es en este caso cuando al dejar entrar a la locura a nuestra vida y actuamos a partir de ella, dejamos entrar también a la felicidad reservándole un gran hueco, para que pueda quedarse mucho tiempo a convivir con nosotros, para que se quede el máximo tiempo posible...

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