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Pañuelo

Pañuelo

Hoy me duelen las piernas, las rodillas, y si cabe, también los pies. No sé si es de andar, sólo sé que, ahora, puedo decir en voz alta que no es de tropezar. Al menos, no, no ahora. No me duele el corazón, al menos no tanto como en años pasados. Y el alma, se mantiene intacta. Deja sentirse, deja que se avalancen sobre ella pero con suavidad y cariño. Con restos de amor descafeinado. Con retales de dulzura interminable. Con cosas por decir y por dar. Por recibir. Hoy no me duelen los ojos de llorar ni la boca de no sonreír.

Quizá hasta tenga calor en esta mañana de diciembre y me apetezca desnudarme el cuello, y que entres en mis entrañas. Y que te quedes, si quieres. Invitado, estás. Puedes pasar, quedarte, acariciarme. Puedes hacer eso y contarme qué has soñado esta noche, y si pasée a tu lado, o si escuchaste mi voz. Puedes acariciarme el pelo, desordenármelo, quitarme los pendientes y hacerme otro nudo al pañuelo que me puse para ti.

Quizá hasta te quiera y no sepa decírtelo. Quizá hasta te tenga, y no sepa verlo.

3 comentarios

inmii -

tiene razón, bonitos textos..!

Tania -

Perdona las faltas, que no soy muy buena en esto jaja;)

Tania -

Hola Laura!
Hace más o menos un año, entré en google para buscar la imágen de un abrazo, y la foto que me gustó me guió hasta este blog.
Mi intención era cojer la foto y cerrar la ventana, pero no lo pude hacer.
Empecé a leer tus textos, los de mayo, y así consecutivamente hasta llegar a las entradas que has publicado hace apenas unos días. Me los he leído y reeleido, y todavia no me canso de hacerlo.
No sé si es porqué en mucho de ellos me siento (o sentí) como tu, porqué comprendí esas palabras, y me sentia agusto leyendolas, que sin duda alguna, son maravillosas.
Me enamoré de tus textos, tus palabras, tu manera de escribir y de expresarte.. y aquí sigo, como si de un vicio de tratara, leyendo cada vez que veo una nueva entrada, con la misma ilusión que el primer día que lo descubrí. Y hoy, me han entrado ganas de dejarte un comentario.

Bueno, solo decirte eso, que nunca dejes de escribir, y que en una parte de Tarragona hay una admiradora tuya, que aunque no te conozca, tus palabras han echo que te coja cariño. Un abrazo muy grande Laura. Cuidate:)